La otitis externa es un proceso inflamatorio e infeccioso del CAE. Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus aureus son los microorganismos
aislados con mayor frecuencia. Otros patógenos detectados menos a menudo incluyen Proteus, Staphylococcus epidermidis, difteroides y Escherichia
coli.
En la etapa preinflamatoria, el oído está expuesto a factores predisponentes que incluyen calor, humedad, maceración, ausencia de cerumen y pH
alcalino. Se ha encontrado que la pérdida de acidez es proporcional al grado de infección. Esto puede ocasionar edema del estrato córneo y oclusión
de las unidades apopilosebáceas. En la etapa inflamatoria se refuerza el sobrecrecimiento bacteriano, con edema progresivo y dolor intensificado. La
curación incompleta o la inflamación persistente durante más de tres meses se denominan etapa inflamatoria crónica.
Los síntomas de otitis externa pueden variar, según sean la etapa y la extensión de la enfermedad. El diagnóstico clínico se establece por la presencia
de otalgia, otorrea, plenitud auricular, prurito, hipersensibilidad a la palpación y grados variables de oclusión del EAC. El paciente también puede
mostrar reducción auditiva, efecto de la oclusión del EAC por edema y detritos. Los signos de la otitis externa incluyen dolor al tirar del pabellón,
eritema, edema, otorrea, formación de costras y, en la enfermedad más avanzada, linfadenopatía de los ganglios linfáticos cervicales anteriores y
periauriculares. En infecciones más graves pueden reconocerse cambios de la piel por celulitis. En la etapa crónica, la piel del EAC puede engrosarse y
es posible que haya una ligera secreción clara.
Algunas veces, el cuadro clínico puede confundirse con otitis media aguda y perforación de la
membrana timpánica o forunculosis (que por lo general se limita a una parte del CAE).
El tratamiento de la otitis externa incluye desbridamiento atraumático meticuloso del EAC con ayuda de un microscopio. La analgesia puede lograrse
con antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, nonsteroidal antiinflammatory drugs), opioides o preparaciones de esteroides tópicos.
Un cultivo
puede ser útil para las infecciones resistentes al tratamiento.
Después de limpiarlo por completo, se utilizan las preparaciones de gotas óticas que son antisépticas, acidificantes o antibióticas (o cualquier combinación). En una revisión Cochrane reciente se mostró que estas tienen eficacia equivalente
en el tratamiento de la otitis externa no complicada en la primera semana; las sustancias acidificantes son menos eficaces después de ese momento.