Reacción química: Los moldes de oído pueden estar hechos de diferentes materiales, como silicon, plástico o acrílico. Si estos materiales entran en contacto con sustancias que tienen un pH ácido, como el cerumen (cera de oído), jugo de frutas, productos de limpieza o sudor, puede ocurrir una reacción química que cause un cambio de color.

Degradación del material: Con el tiempo, los materiales pueden degradarse debido a la exposición a la humedad, calor, luz solar o productos químicos. Esta degradación puede manifestarse como un cambio de color, como que el material se vuelva amarillo.

Acumulación de cerumen: El cerumen puede variar en color desde amarillo claro hasta marrón oscuro, y si se acumula en el molde de oído, puede hacer que parezca amarillo. La acidez del cerumen puede acelerar el proceso de decoloración del material del molde.

Limpieza inadecuada: Si los moldes de oído no se limpian adecuadamente o se utilizan productos de limpieza que no son adecuados para el material, puede ocurrir una decoloración. Por ejemplo, algunos productos de limpieza pueden ser demasiado ácidos y causar daño al material.

Factores ambientales: La exposición a la luz solar, el calor o la humedad puede causar que los materiales se degraden y cambien de color.